Los aceites se han convertido en un producto complejo ya que utilizan la combinación exacta de aditivos para hacer que un tipo de motor específico funcione mejor y por mucho más tiempo. ¡Conoce más sobre estos aditivos en tan solo minutos!
En nuestro artículo anterior de nuestra serie lubricantes 101, te hablamos sobre el concepto de aceites base, refresquemos un poco la memoria:
La base de cada lubricante es obviamente el aceite base, que viene en dos tipos: aceites base minerales y aceites base sintéticos.
El aceite base determina la viscosidad – o «espesor» – de un lubricante.
Al observar la composición general de un lubricante, los aceites base constituyen el 70-90% de un lubricante.
El 10-30% restante consiste en diferentes combinaciones de aditivos, los cuales son componentes que mejoran el rendimiento del aceite lubricante.
¿Por qué necesitamos aditivos?
En teoría, podríamos pensar que el aceite base sería suficiente para lubricar un motor. Pero la realidad es diferente. Para nombrar solo algunos problemas que podrían ocurrir:
- El aceite se oxida. Muchos materiales muestran una reacción química cuando se exponen al oxígeno durante cierto tiempo. Esto se llama oxidación, y el óxido (en el hierro) es un ejemplo bien conocido. El aceite también se puede oxidar, especialmente a temperaturas más altas, como en el interior de un motor.
- Debido a que el trabajo en un motor, por su acción producto de la combustión se acumulan carbones y materiales del desgaste propio de las partes en movimiento. Adicionalmente, los agentes externos como el polvo, velocidad, subidas, bajadas y distintos esfuerzos producen una contaminación la cual se controlara con la incorporación balanceada de los diferentes aditivos requeridos.
- La viscosidad se determina por el (valga la redundancia) índice de viscosidad, el cual determina la clase de las bases y constituye la parte fundamental de un lubricante y los aditivos que se utilizan son para mantenerla constante ya sea en frío o en calor durante el funcionamiento del motor.
Al mismo tiempo, los aditivos son la solución al tema de que los motores se han vuelto mucho más complejos y seguirán en ese avance, por lo que entre más características, más exigencia se necesita del lubricante.
4 aditivos que deberías conocer
Echemos un ojo a los cinco aditivos más comunes:
1. Antioxidantes
Este es probablemente el tipo de aditivo más utilizado, ya que el trabajo al que se someten las bases lubricante generalmente conlleva a este proceso. Existen diversos tipos de antioxidantes que pueden ser incorporados a la mezcla dependiendo del tipo de trabajo a que se somete.
2. Detergentes
Un motor en funcionamiento produce varios «productos de desecho». Tres ejemplos son:
- Depósitos formados a alta temperatura, producto del esfuerzo y tipo de motor.
- Tipos de carbones que surgen de la combustión, los cuales van en incremento dependiendo del tiempo de uso, el tipo de base y a qué grupo pertenecen.
- Polvo y agentes determinados por el medio ambiente donde operan los motores.
Los aditivos detergentes «limpian» un motor de estos y posiblemente otros materiales. Contienen elementos metálicos como calcio (Ca), magnesio (Mg) o bario (Ba), lo cual se compone y determina bajo las siglas de TBN que es un determinante que tipo de aceite y cual es su uso.
3. Aditivos dispersantes
Afortunadamente, existen aditivos dispersantes. Su función es mantener en constante movimiento las partículas que resultan en el motor y que son removidas por otros aditivos llevándolas a los filtros, parte fundamental en los motores y de allí su determinación de recambio del lubricante, en unos periodos determinados de trabajo ya sean definidos por horas, días o kilómetros recorridos. Normalmente el fabricante del motor sugiere los intervalos de cambio de aceite y filtros.
4. Depresores del punto de congelación.
Su oficio por llamarlo de una manera, es el de mantener los aceites en estado líquido no importa las temperaturas exteriores, en Colombia no tenemos real problema pues rara vez los motores están sometidos a temperaturas bajas excesivas. Este aditivo está presente en todos los aceites y se encuentra en mayor proporción en los lubricantes con determinación.
Este tipo de aditivo evita básicamente la congelación de los aceites, efecto que no les permite fluir libremente.
Y esto es solo el comienzo.
Ahí los tienes: cuatro de los aditivos más importantes a tener en cuenta.
¡Pero hay muchos más! Los aditivos antidesgaste, los aditivos anticorrosión y los modificadores de fricción son solo algunos. Pero de eso hablaremos en otra ocasión.
Ya sabes un poco más de lubricante, pero si necesitas asesoramiento adicional, en JM Rúa estamos disponibles para apoyarte en todo lo que necesites.